Las familias católicas portamos, por nuestra propia identidad, una novedad, basada en la buena noticia del Evangelio, que podemos ofrecer a la sociedad, para ayudar a generar una humanidad más justa y fraterna. Pero ese ofrecimiento, para que sea eficaz en el mundo de hoy, requiere de métodos, uno de los cuales es que las familias estemos juntas, estemos asociadas, para que nuestra propuesta pueda ser escuchada en todos los foros.
Nuestro objetivo, nuestra vocación.
Nuestra vocación cristiana no es combatir ni enfrentar, sino aportar soluciones, construir alternativas, generar espacios de encuentro y esperanza, para beneficio de toda la sociedad. No buscamos privilegios, sino el bien común.
Queremos que se pueda escuchar nuestra voz, nuestros argumentos, nuestra experiencia sobre la vida matrimonial, la educación de los hijos, el cuidado de nuestros mayores, el voluntariado, la acogida... Esta asociación no está para combates ni enfrentamientos. Como católicos, portamos una buena nueva para la familia y la sociedad, en forma de propuestas eficaces para el ámbito educativo, laboral, cultural, político...
¿Por qué es necesaria esta asociación?
Vivimos en un mundo globalizado y dominado por los medios de comunicación, grandes empresas y grupos de poder. El mundo de hoy ya no es el de ayer, ni será el de ayer. Lo que pasa en un lugar afecta a otros lugares, lo que decide una persona afecta a muchas personas, lo que se influye en un sitio termina influyendo en todos los sitios. La familia, hoy, no es inmune a las decisiones, tendencias o políticas definidas en otros lugares. Por esta razón, la unidad de las familias católicas es una herramienta eficaz para que se pueda escuchar nuestra propuesta.
¿Por qué asociarse?
Las soluciones que queremos aportar requieren unirnos, asociarnos, para incidir de forma más efectiva en la sociedad de hoy día. El asociacionismo no es algo extraño a nosotros: todos estamos, o hemos estado, asociados a algo. Asociarse en el ámbito de las familias católicas responde a la creatividad evangelizadora que nos propone la Iglesia. Como dice el Papa Francisco, se trata de "hacer lío", de salir al encuentro de la sociedad.
El asociacionismo familiar, según:
Francisco: "Las familias necesitan salir de sí mismas, necesitan dialogar y encontrarse con las demás, para construir unidad que no sea uniformidad y que pueda generar progreso y bien común. Para responder a la necesidad que las familias tienen de salir de sí mismas, las redes familiares determinan un marco de ayuda y de acción mutua. A veces, cuando son de inspiración católica, también están unidas a los pastores, que tienen la fuerza del anuncio evangélico". (Francisco, junio 2022)
San Juan Pablo II: "La función social de las familias está llamada a manifestarse también en la forma de intervención política, es decir, las familias deben ser las primeras en procurar que las leyes y las instituciones del Estado no sólo no ofendan, sino que sostengan y defiendan positivamente los derechos y los deberes de la familia. En este sentido las familias deben crecer en la conciencia de ser «protagonistas» de la llamada «política familiar», y asumirse la responsabilidad de transformar la sociedad; de otro modo las familias serán las primeras víctimas de aquellos males que se han limitado a observar con indiferencia". (San Juan Pablo II, Familiaris Consortio)
¿Cómo se identifica esta asociación?
- Esta asociación tiene una vocación propositiva y constructiva para toda la sociedad.
- Esta asociación es apolítica. En una sociedad a veces tan polarizada, velamos para que cualquier familia con identidad católica pueda sentirse a gusto con los objetivos y métodos de la asociación, independientemente de su sensibilidad política, cultural o social.
- Esta asociación tiene un acento católico. No es una asociación familiar más. El catolicismo es nuestra identidad. Para ello mantenemos la Doctrina Social de la Iglesia como guía inspiradora y la relación filial con nuestros obispos.
¿Quién puede ser de esta asociación?
- Cualquier persona que, en su origen, tenga un matrimoasociación tiene una vocación propositiva y constructiva para toda la sociedad.
- Esta asociación es apolítica. En una sociedad a veces tan polarizada, velamos para que cualquier familia con identidad católica pueda sentirse a gusto con los objetivos y métodos de la asociación, independientemente de su sensibilidad política, cultural o social.
- Esta asociación tiene un acento católico. No es una asociación familiar más. El catolicismo es nuestra identidad. Para ello mantenemos la Doctrina Social de la Iglesia como guía inspiradora y la relación filial con nuestros obispos.